La Policía de Ecuador detuvo a 20 personas en operativos realizados en Nueva Prosperina, Guayaquil, tras la masacre que dejó 22 muertos el jueves. Según las autoridades, los arrestados estarían vinculados a grupos armados organizados y algunos tienen antecedentes por homicidio, tráfico de drogas y posesión de armas.
Durante los allanamientos se incautaron varias armas de fuego, municiones y drogas, en un intento de frenar la violencia que azota la zona.
El ataque fue atribuido a una disputa interna entre facciones de la banda criminal Los Tiguerones, que buscan controlar territorios estratégicos para el crimen organizado. Hombres armados descendieron de las montañas y atacaron varias viviendas en Socio Vivienda y La Barraca, dejando también tres heridos.
Guayaquil, epicentro de la violencia en Ecuador, se mantiene bajo estado de excepción, mientras el gobierno de Daniel Noboa sigue con su estrategia de seguridad y declara la «guerra» al crimen organizado.
Noboa anunció que otorgará indultos a policías y militares que participen en operativos contra las bandas, asegurando que podrán actuar sin temor a represalias. Sin embargo, Ecuador sigue registrando altos índices de violencia, con un promedio de un asesinato por hora en lo que va del año.
En este contexto, el país se prepara para la segunda vuelta presidencial el 13 de abril, en la que Noboa busca la reelección frente a Luisa González, candidata del correísmo.
La violencia en Guayaquil no da tregua y el gobierno sigue en guerra
22 muertos en una masacre y todavía hay quienes dudan de la crisis
Los Tiguerones siguen sembrando terror mientras las autoridades reaccionan tarde
20 detenidos, pero la pregunta es cuántos quedarán presos de verdad
Las armas y drogas siguen fluyendo, ¿y el control dónde está?
Noboa dando indultos a policías, pero la violencia no se detiene