El régimen de Miguel Díaz-Canel ha detenido a decenas de personas tras las protestas desatadas en Cuba por los apagones provocados por el huracán Rafael.
La represión se intensificó después de que los ciudadanos exigieran el fin de los cortes eléctricos prolongados, que afectaron a gran parte del país. Aunque no se precisó el número exacto de detenidos, la fiscalía cubana acusó a los manifestantes de “alteraciones del orden”, y varios arrestos fueron reportados en La Habana, Mayabeque y Ciego de Ávila. Los detenidos permanecen bajo “prisión provisional” por supuestas agresiones a autoridades.
Las protestas comenzaron después de los apagones masivos provocados por el paso del huracán Rafael, que impactó severamente la infraestructura eléctrica del país. La falta de electricidad ha exacerbado la precariedad de los servicios básicos, lo que ha generado un creciente malestar entre los cubanos.
Organizaciones de derechos humanos, como Cubalex y Justicia 11J, han denunciado las detenciones arbitrarias, particularmente en la población de Encrucijada, en Villa Clara, y en la periferia de La Habana, donde más de diez personas fueron citadas por la policía.
La situación en Cuba se ha agravado por la crisis energética y el deterioro de la infraestructura eléctrica, con un alto porcentaje de las centrales termoeléctricas en mal estado. La escasez de combustible y la disminución de importaciones de crudo desde Venezuela también han intensificado la crisis.
Las severas condiciones vividas tras el huracán, junto a las largas interrupciones de electricidad, han disparado las tensiones en un país que aún recuerda las históricas protestas de 2021 por causas similares.