El presidente tunecino, Kays Said, destituyó al ministro de Asuntos Religiosos, Ibrahim Shabi, tras la muerte de 49 tunecinos que se encontraban en Arabia Saudita para cumplir la peregrinación Hajj. La tragedia ha desatado intensas críticas en Túnez.
La declaración de la Presidencia tunecina confirmó la destitución de Shabi, señalando que la medida se tomó en respuesta a las críticas y la conmoción pública por el incidente.
Además de las muertes tunecinas, al menos 1.081 peregrinos de 11 países fallecieron durante el Hajj, donde las temperaturas superaron los 50 grados. Muchos peregrinos no registrados oficialmente, que no pueden acceder a zonas con aire acondicionado, estuvieron expuestos a un calor extremo, aumentando el riesgo de muertes por insolación y deshidratación.