En una audiencia del Congreso, Sarah Wynn-Williams, ex directora de políticas públicas globales de Meta, denunció que la compañía colaboró con el Partido Comunista Chino para silenciar a los críticos del régimen.
Wynn-Williams alegó que Meta proporcionó al gobierno chino acceso a los datos de los usuarios, incluidos los estadounidenses, y cedió a las demandas de China para eliminar cuentas como la de Guo Wengui, un disidente chino residente en EE. UU. Meta rechazó estas afirmaciones, calificando el testimonio de Wynn-Williams como falso y distorsionado.
El senador Josh Hawley, quien presidió la audiencia, respaldó las declaraciones de Wynn-Williams y acusó a Meta de hacer todo lo posible para evitar que ella testificara.
Durante la audiencia, también se discutió cómo Meta había amenazado a Wynn-Williams con sanciones financieras por hablar públicamente sobre su tiempo en la compañía, a lo que Meta respondió que las demandas de daños eran una consecuencia de su acuerdo de separación, no una represalia por sus declaraciones.
La denuncia de Wynn-Williams se suma a las anteriores de otros ex empleados de Meta, como Frances Haugen, quienes han criticado las prácticas de la empresa. La situación subraya las crecientes preocupaciones sobre la relación de las grandes tecnológicas con gobiernos autoritarios y su impacto en la libertad de expresión y la privacidad de los usuarios.
Eso no es Meta, eso es una novela de espionaje con Zuckerberg de protagonista.
Si eso es verdad, Mark no está vendiendo datos… ¡los está regalando por delivery a China!
¡Y pensar que uno se preocupa por lo que sube al Facebook… y allá lo leen en mandarín!
Meta y el PCCh dándose la mano, y uno aquí bloqueado por decir “coñ…”.
Esa Sarah sí tiró la bomba… Zuckerberg debe estar sudando más que en una audiencia de TikTok.