El anuncio de la empresa china DeepSeek sobre su modelo de inteligencia artificial R1, diseñado con costos significativamente menores que los desarrollos estadounidenses, sacudió los mercados financieros globales.
Las acciones de gigantes tecnológicos como Nvidia cayeron un 14,4 %, mientras que el Nasdaq retrocedió un 2,8 %. Según analistas, este avance, comparado por algunos con el “momento Sputnik” de la inteligencia artificial, desafía las restricciones de exportación de chips impuestas por Estados Unidos y podría transformar la cadena de suministro global en esta industria. Sin embargo, persisten dudas sobre la viabilidad y transparencia de las afirmaciones de DeepSeek.
La incertidumbre generada por el anuncio impactó a empresas vinculadas a la inteligencia artificial en Europa, Asia y Estados Unidos. En Japón, SoftBank perdió un 8,3 %, mientras que en Ámsterdam, ASML cayó un 6,6 %. En Wall Street, compañías como Constellation Energy también sufrieron pérdidas, ya que los inversionistas se desplazaron hacia activos más seguros como los bonos.
Este golpe representa un cambio radical para las llamadas “Siete Magníficas” (Apple, Amazon, Alphabet, Meta, Nvidia, Microsoft y Tesla), cuyas acciones habían liderado los mercados impulsadas por el auge de la inteligencia artificial.
A pesar de la magnitud de la reacción del mercado, algunos analistas sugieren que las noticias de DeepSeek podrían estar exageradas, abriendo la posibilidad de una recuperación.
Mientras tanto, las afirmaciones de DeepSeek generan interrogantes sobre cómo la compañía sorteó las restricciones tecnológicas y los chips utilizados en su modelo R1.
Si las afirmaciones resultan ciertas, no solo marcarían un hito tecnológico, sino que también podrían redefinir las oportunidades de inversión en el sector, desafiando el dominio de las grandes tecnológicas de Occidente