El bloqueo a la app de inteligencia artificial china DeepSeek se ha extendido a países de Asia, Europa, América y Oceanía, especialmente en instituciones gubernamentales. La aplicación ha generado controversia tras el lanzamiento de su modelo R1, que ofrece un servicio más barato que el de OpenAI y ha superado a ChatGPT en descargas.
Las principales preocupaciones de los gobiernos incluyen posibles riesgos de seguridad, manejo de datos sensibles y sospechas de espionaje por parte de Pekín. Países como EE.UU., Italia, Países Bajos, Irlanda, Corea del Sur, Australia y Taiwán han tomado medidas restrictivas contra su uso en dispositivos oficiales.
En EE.UU., el Congreso prohibió DeepSeek por su potencial uso en la distribución de software malicioso. En Europa, Italia y Países Bajos han bloqueado la aplicación y abierto investigaciones sobre su manejo de datos. En Corea del Sur y Australia, el gobierno ha ordenado su eliminación de los dispositivos oficiales, citando riesgos para la seguridad nacional.