Con los Warriors contra las cuerdas, Stephen Curry ofreció su mejor versión en el Game 4 de las Finales de la NBA. El base firmó una espectacular actuación que permitió a los suyos llevarse el partido por 97-107, colocando el 2-2 en el global para recuperar el factor cancha y evitar que Boston se quedase a un solo triunfo del anillo, lo cual habría sido una losa muy pesada de remontar.
Steph terminó el duelo con 43 puntos y un 53,8% de acierto tras ser durante muchos minutos prácticamente la única referencia ofensiva de los de Kerr. Algunos de sus compañeros aparecieron a chispazos, pero fue la constancia del 30 la que mantuvo vivos a los Warriors en un partido en el que, en muchos tramos, las sensaciones fueron bastante peores de lo que indicaba el resultado. Los problemas para circular el balón y encontrar buenos tiros fueron lacerantes a ratos, pero si hay un hombre que puede vivir con ello ese es Curry.
Los Celtics volvieron a convertir a Draymond Green en un factor nulo en ataque (siendo generosos) a base de negarle la recepción tras bloqueo directo, y la ofensiva visitante pareció no saber recuperarse de ello. Las posesiones de botes estériles o basadas en individualidades abundaron en la primera mitad, mientras que Boston era capaz de encontrar mejores situaciones que permitieran a sus hombres ir anotando con cierta comodidad. Solo las acciones de Stephen y la capacidad para anotar en aclarados de Andrew Wiggins, que sumó 11 de sus 17 tantos antes del descanso, permitieron a los de Kerr irse a vestuarios 5 abajo (54-49).
El alero canadiense, no obstante, destacó sobre todo en el rebote, pues, tras un inicio en el que parecía que Robert Williams iba a volver a ser una pesadilla para ellos en este sentido, los de San Francisco supieron rehacerse. Wiggins acabó con 16 capturas, Kevon Looney, que jugó más que nunca en estas Finales, con 11, e incluso Curry llegó a los 10. Gracias al esfuerzo colectivo en esta labor, Golden State terminó con 12 rebotes más que los locales (49-61), aspecto sin duda determinante.
Solo de Curry en el tercer cuarto
El tercer cuarto ha venido siendo el punto fuerte de los Warriors en esta eliminatoria, pero en esta ocasión, más que una gran actuación colectiva se vivió la explosión definitiva de Curry, el momento en que quedó claro que estaba decidido a hacer de esta una gran noche en lo individual. A base de triples imposibles, Stephen devolvió a los suyos la ventaja, anotando en estos 12 minutos 14 de sus puntos y regalando varias acciones para la galería que llevaron el silencio al TD Garden y la locura al banquillo visitante. Llegado el momento, Udoka se vio obligado a hacer más agresiva la defensa sobre él, lo que sin embargo regaló más espacios al resto que Klay Thompson aprovechó para crecer en el partido y llegar a los 18 tantos tras un pobre inicio.
Por contra, el ataque de los de Massachusetts comenzó a tener cada vez más problemas, pues, con Golden State cerrando cada vez mejor los accesos a la pintura, las ventajas fueron decreciendo y la circulación comenzó a resentirse de ello. Jayson Tatum y Jaylen Brown se encontraron con unos firmes Wiggins, Green y Thompson (y un puntual pero sorprendente Bjelica) y fueron incapaces de anotar en los minutos decisivos, lo que les hizo quedarse en 23 y 21 puntos respectivamente a pesar de que su sólida actuación invitaba a pensar que acabarían con mejores marcas. Su incapacidad para superar a sus defensores acabó por completo con la buena imagen que el ataque local habían lucido minutos atrás, y les hizo firmar su segunda peor anotación en un cuarto en todas las Finales (19).
Mientras tanto, Curry siguió a lo suyo, y con un triple en la cara de Derrick White a falta de 2 minutos y varios tiros libres terminó de sentenciar un encuentro en el que Golden State se jugaba muchísimo. Los de San Francisco volverán ahora al Chase Center con el alivio de haber puesto el 2-2 pero con la urgencia de saber que una derrota daría a los Celtics la opción de llevarse el anillo en su pabellón. Los de Udoka no han perdido dos partidos seguidos en estos playoffs, y estarán sin duda dispuestos a redimirse y a llevarse un choque que dará al ganador el primer match-ball de estas Finales.