El presidente suspendido de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, está pidiendo su liberación mientras un tribunal estudia la solicitud de detención formal en su contra, debido a su declaración de ley marcial el 3 de diciembre.
Toon enfrenta cargos de rebelión que desencadenaron una crisis política en el país. Durante una audiencia a puerta cerrada, Yoon defendió su decisión de imponer la ley marcial, argumentando que fue un ejercicio legítimo de sus poderes. Si es detenido, su custodia podría prolongarse hasta 20 días.
La crisis comenzó cuando Yoon, en un intento por romper el estancamiento legislativo, envió tropas a la Asamblea Nacional y oficinas electorales, lo que provocó un juicio político en su contra. Los fiscales están evaluando cargos de rebelión y abuso de poder, que podrían resultar en una custodia prolongada y penas severas si Yoon es condenado.