Este miércoles, colonos israelíes atacaron varias ciudades de Cisjordania ocupada, incluidos Beit Furik y Huwara, donde destruyeron propiedades palestinas, como casas en construcción y vehículos.
Estos ataques se producen mientras los colonos establecen nuevos puestos agrícolas en la región, en medio de la guerra en Gaza. Los enfrentamientos entre colonos y soldados israelíes también fueron reportados, con varios heridos en la confrontación.
El gobierno palestino condenó los ataques, acusando a los colonos de ser «milicias terroristas» y criticando a la comunidad internacional por no detener la violencia israelí.
La ONU señaló que los ataques contra los agricultores palestinos se han triplicado en 2024 en comparación con los años anteriores. Además, la confiscación de tierras palestinas por parte de los colonos alcanzó su nivel más alto este año, con 23,7 km² de tierra ocupada.
El ejército israelí arrestó a ocho colonos por agresión y daños a la propiedad, mientras que las fuerzas israelíes realizaron redadas nocturnas en Cisjordania, arrestando a 22 palestinos.
Estos arrestos, que incluyen a menores y mujeres, fueron parte de un aumento en las incursiones israelíes en la región, donde las fuerzas israelíes también utilizaron casas de civiles como cuarteles temporales.
La violencia sigue escalando en Cisjordania.
Propiedades palestinas fueron dañadas y saqueadas.
Los colonos actuaron con impunidad en varios sectores.
La comunidad palestina exige intervención internacional.
Las tensiones por el conflicto aumentan cada día.
Los ataques afectan comercios, viviendas y vehículos.
Organismos de derechos humanos condenan los hechos.
Israel enfrenta críticas por no detener estas acciones.
Se reportaron varios heridos tras los enfrentamientos.
La región necesita soluciones urgentes para la paz.