Los tiroteos masivos en Estados Unidos llegaron este año a 38, la cifra más alta desde al menos 2006, informó el periódico ‘The Washington Post’, citando datos de su propio rastreador en línea.
El diario estadounidense definió los tiroteos masivos como incidentes de violencia armada en los que mueren al menos cuatro personas, excluyendo al atacante.
El rastreador se basa en información sobre asesinatos en masa recopilada por la agencia Associated Press, el periódico USA Today y la Northeastern University que se remonta a 2006.
El 3 de diciembre, las autoridades policiales de los estados de Texas (sur) y Washington (noroeste) recibieron dos informes de tiroteos masivos con menos de hora y media de diferencia, lo que supone el incidente número 37 y 38 de este año.
El récord anterior se estableció en 2022 con 36 tiroteos, según el informe.
El incidente con armas de fuego más mortífero de este año ocurrió el 25 de octubre en Lewiston, estado de Maine (noreste), cuando un hombre de 40 años abrió fuego en un bar y en una bolera, matando a 18 personas e hiriendo a otras 13.
En 2022, más de 48.000 personas murieron por heridas de bala en este país, lo que supone una media de unas 132 muertes por día, añadió el periódico, citando a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Los tiroteos masivos en Estados Unidos alcanzaron un preocupante récord de 38 en 2022, según ‘The Washington Post’.
La cifra más alta desde al menos 2006 refleja un aumento alarmante de la violencia armada en el país.
En diciembre, dos tiroteos masivos en Texas y Washington llevaron el total a 38 en el año.
El incidente más mortífero del año ocurrió en octubre en Lewiston, Maine, dejando 18 muertos y 13 heridos.
La cifra promedio de 132 muertes por día resalta la magnitud del problema de violencia armada en el país.
El aumento de tiroteos masivos plantea interrogantes sobre la seguridad y el control de armas en Estados Unidos.
La trágica realidad subraya la urgencia de abordar la violencia armada como un problema de salud pública.
La violencia armada no solo afecta a las víctimas directas, sino que tiene un impacto duradero en las comunidades.
El número creciente de tiroteos masivos plantea interrogantes sobre la efectividad de las leyes actuales de control de armas.
Los líderes y legisladores enfrentan el desafío de implementar políticas efectivas que reduzcan la violencia armada y protejan a la sociedad.
La cifra de tiroteos masivos sirve como recordatorio de la necesidad de un diálogo nacional sobre el control de armas.
El informe destaca la importancia de un enfoque integral que aborde tanto la disponibilidad de armas como los factores sociales.
El informe destaca la importancia de un enfoque integral que aborde tanto la disponibilidad de armas como los factores sociales.
La atención internacional se centra en el problema persistente de la violencia armada en Estados Unidos.
No estoy seguro de que armar a más personas sea la solución para frenar los tiroteos. Creo que deberíamos enfocarnos en leyes más estrictas sobre control de armas y en abordar las causas subyacentes de la violencia. La seguridad no siempre se logra con más armas.
No necesitamos más violencia en el mundo. La solución no es armar a todos, sino abogar por la paz y buscar soluciones pacíficas. Las armas solo generan más muerte y conflictos. No caigamos en la trampa del miedo y la violencia. ¡Hagamos del diálogo nuestra mejor arma! ✌️
¡Pues yo creo que armar a más gente sería la solución! ¡Más pistolas para todos!
¡Qué enfoque tan peligroso y simplista! Más armas solo aumentarían la violencia y el riesgo de tragedias. Necesitamos políticas de control de armas más estrictas y un enfoque en la prevención de la violencia en lugar de armar a más personas. ¡La seguridad no se logra con más pistolas!
¿Y si en vez de control de armas, necesitamos más acceso a la salud mental?
¿Y si en vez de culpar a la salud mental, nos enfocamos en regular el acceso a las armas? Las cifras hablan por sí solas. Más armas no son la solución. Menos acceso a ellas sí lo es. Prioridades, amigo.