Investigadores chinos han alcanzado un avance histórico en la extracción de tierras raras mediante un nuevo método basado en campos eléctricos.
Este enfoque logra una tasa de recuperación sin precedentes del 95%, reduciendo el tiempo de extracción en un 70% y ahorrando un 60% de electricidad en comparación con los métodos tradicionales.
Además de ser más eficiente, la nueva técnica minimiza su impacto ambiental, reduciendo en un 95% las emisiones de amoníaco asociadas a los agentes químicos usados en la minería.
Esto supone un paso crucial para la sostenibilidad en la extracción de elementos clave para tecnologías limpias, como imanes de turbinas eólicas y baterías.
Las tierras raras son esenciales en la transición hacia un mundo descarbonizado, pero su extracción tradicional ha sido cuestionada por los daños al medio ambiente. Este avance se suma a los esfuerzos previos de China, que también desarrolló un método para extraer litio del agua de mar usando energía solar.