China ha suspendido las exportaciones de una amplia gama de productos derivados de tierras raras, incluyendo imanes esenciales para sectores como el automotriz, aeroespacial y militar. Esta medida, según informó The New York Times, afectaría directamente a empresas estadounidenses y globales, ya que el 90 % de estos componentes se producen en el país asiático.
Los cargamentos están paralizados en puertos chinos mientras Pekín desarrolla un nuevo sistema regulatorio que restringiría el acceso a estos productos estratégicos, especialmente para contratistas militares estadounidenses. Esta acción se interpreta como una represalia ante los recientes aumentos de aranceles impuestos por la administración de Donald Trump en medio de la renovada guerra comercial.
Mientras tanto, EE.UU. busca alternativas internas. MP Materials, que opera una mina en California, anunció que empezará a fabricar imanes en Texas a finales de este año, lo que podría reducir parcialmente la dependencia de China. Sin embargo, en el corto plazo, esta medida podría generar un importante cuello de botella en varias industrias tecnológicas y de defensa.