La Casa Blanca anunció que está dispuesta a llevar al Tribunal Supremo el bloqueo de la Ley de Enemigos, la cual permite deportaciones sin audiencia. La medida fue suspendida temporalmente por el juez federal James Boasberg, lo que ha generado críticas del gobierno de Trump, que asegura que el magistrado se extralimitó en su autoridad.
Pese a la orden judicial, el gobierno de EE.UU. afirmó que logró deportar a unos 250 presuntos miembros del Tren de Aragua a El Salvador, argumentando que los vuelos no estaban sujetos a la sentencia por sobrevolar aguas internacionales.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, reaccionó en tono burlón en redes sociales, destacando que ya era «demasiado tarde» para impedir la deportación.
El secretario de Estado, Marco Rubio, confirmó que Bukele ha ofrecido encarcelar a los deportados a cambio de un precio «justo». La orden de suspensión de la ley estará vigente por 14 días o hasta nuevo aviso, mientras la Casa Blanca insiste en que llevará el caso al máximo tribunal y que confía en una victoria legal.