Canadá declaró terroristas a siete organizaciones criminales latinoamericanas, incluyendo cinco carteles de la droga mexicanos, el Tren de Aragua de Venezuela y la MS-13 de El Salvador.
La medida busca reforzar la lucha contra el crimen organizado y su impacto en el país, en especial por su papel en la producción y distribución de fentanilo.
El ministro de Seguridad Pública, David McGuinty, anunció la decisión un día después de que el gobierno de EE.UU., bajo la administración de Donald Trump, tomara una medida similar.
Aunque negó una coordinación directa con Washington, McGuinty destacó que la decisión es soberana y responde a la necesidad de proteger a las comunidades canadienses.
Con esta designación, los bienes y activos de estos grupos en Canadá quedan congelados, además de prohibir cualquier vínculo comercial con ciudadanos o residentes canadienses. En respuesta a estas acciones, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció reformas constitucionales para proteger la soberanía de su país ante posibles intervenciones extranjeras.
Canadá sigue los pasos de EE.UU. y aprieta la soga contra los carteles latinoamericanos.
La designación de estos grupos como terroristas endurece las sanciones económicas y bloquea sus operaciones en Canadá.
El fentanilo es la gran preocupación aquí, ya que ha causado una crisis de salud pública en Norteamérica.
Sheinbaum no se quedó callada y busca blindar a México de cualquier intervención extranjera.
Esta medida puede afectar las relaciones de Canadá con México y otros países de la región.
La MS-13 y el Tren de Aragua ya estaban en la mira por sus redes criminales fuera de sus países de origen.
Ahora cualquier vínculo con estos grupos en Canadá puede ser considerado apoyo al terrorismo.