Este martes, la Cámara de Diputados de México discutirá la controvertida reforma judicial en un contexto de extrema tensión política, marcado por una huelga inédita y manifestaciones masivas de trabajadores y estudiantes. La situación ha generado enfrentamientos entre el presidente Andrés Manuel López Obrador, legisladores y jueces.
Los trabajadores de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decidieron, con 951 votos a favor, 116 en contra y cinco abstenciones, sumarse al primer paro de labores en la historia de este órgano.
Esta decisión se alinea con la huelga que, desde el 19 de agosto, han mantenido más de 50,000 empleados del Poder Judicial en todo el país, incluyendo intendentes, oficiales, administrativos, secretarios de acuerdos y actuarios. Días después, jueces y magistrados también se unieron al movimiento.
Con la incorporación de los trabajadores de la SCJN, el Poder Judicial de México quedará prácticamente paralizado. Esta huelga, que ha llevado al cierre de tribunales, incluye protestas que se han extendido por todo el país y que cuentan con el respaldo de la oposición, que quedó en minoría en el Congreso tras las elecciones generales del pasado 2 de junio.
La crisis provocada por la reforma judicial se refleja también en las marchas organizadas por estudiantes de Derecho de universidades públicas y privadas, quienes rechazan una iniciativa que elimina la carrera judicial y propone que jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte sean elegidos por voto popular en comicios programados para el próximo año.