Tres buques de guerra chinos navegaron durante casi un mes frente a las costas de Australia, causando alarma en el país oceánico. La fragata Hengyang, el crucero Zunyi y el buque de reposición Weishanhu cruzaron el estrecho de Torres en febrero y se desplazaron por el mar de Coral, monitoreados por las fuerzas australianas y neozelandesas.
La escuadra luego navegó hacia el oeste, llegando a la Gran Bahía Australiana y finalmente al estrecho de Sunda en Indonesia.
El gobierno australiano expresó preocupación por la falta de transparencia de China, especialmente después de que la flota anunciara con poca antelación un simulacro de fuego real. Aunque no se confirmó si dispararon armas, los buques adoptaron una formación típica de estos ejercicios. Expertos advierten que el episodio dejó en evidencia la vulnerabilidad de la Armada australiana, que tiene menos capacidad de misiles que los barcos chinos.
China aseguró que sus ejercicios fueron legítimos y realizados en aguas internacionales, argumentando que todas las armadas llevan a cabo maniobras similares. Pekín afirmó que no tiene nada que explicar ni de qué disculparse, ya que actuó conforme al derecho internacional. Mientras tanto, Australia sigue vigilando la actividad china cerca de sus accesos marítimos.
China metiendo presión en aguas australianas
Australia preocupada pero sin muchas opciones
Esas maniobras parecen más un mensaje que un simple ejercicio
La armada china cada vez más activa lejos de su territorio
Australia debería reforzar su defensa naval urgentemente