La prensa francesa citando a una fuente en la Prefectura Marítima informó que un barco ruso que trasladaba vehículos a San Petersburgo fue interceptado en el Canal de la Mancha por la aduana en la noche del 25 al 26 de febrero.
Se cree que la nave es propiedad de una empresa rusa bajo sanciones. Ahora el buque es enviado a la ciudad de Boulogne-sur-Mer, detalla el medio.
La Embajada rusa contactó de inmediato con las autoridades francesas para aclarar la situación.
El barco es «sospechoso de estar vinculado con los intereses rusos, contra los cuales se han impuesto sanciones», de acuerdo con la portavoz de la Prefectura Marítima, Véronique Magnin.