El gobierno de Brasil descartó imponer impuestos a las empresas tecnológicas de EE.UU. en respuesta a la amenaza de Donald Trump de subir los aranceles al acero y aluminio. El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, afirmó que no hay planes inmediatos para esa medida y que esperarán la decisión del presidente Lula da Silva.
Brasil es el segundo mayor exportador de acero a EE.UU., enviando casi la mitad de su producción a ese país. Medios brasileños habían especulado sobre la posibilidad de un «impuesto digital» que afectaría a plataformas como Amazon, Meta, Google y Spotify, pero por ahora el gobierno mantiene una postura cautelosa.
A pesar de la falta de un pronunciamiento oficial, en el pasado Lula ha defendido la reciprocidad comercial. Brasil ha logrado la eliminación de antiguos aranceles estadounidenses sobre ciertos productos de acero, lo que refuerza la importancia de esta relación comercial.