Brasil enfrenta por primera vez una sequía sin precedentes en todo su territorio, según informó el Centro Nacional de Monitoreo de Desastres Naturales (Cemaden), organismo que depende del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Más de un tercio del país, lo que equivale a más de 3 millones de kilómetros cuadrados, está siendo afectado por esta crisis hídrica.
En agosto, Brasil registró 68.635 focos de incendios, el mayor número para este mes desde 2010, cuando se detectaron 90.444 incendios. De acuerdo con el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe), más del 80 % de estos incendios ocurrieron en la Amazonía y el Cerrado.
El estado de Amazonas es uno de los más afectados, con más de 300.000 personas que han sufrido las consecuencias de la sequía. Varias ciudades enfrentan escasez de insumos y agua potable. En Manaos, la capital, el Río Negro está descendiendo a un ritmo alarmante de 25 centímetros por día, lo que ha llevado al gobierno a declarar el estado de emergencia en los 62 municipios del estado.
«Tuvimos grandes sequías en 1998, luego en 2015 y 2016, pero la sequía de 2023-2024 supera a todas las anteriores en intensidad y duración, lo que agrava aún más sus impactos», explicó Ana Paula Cunha, investigadora de Cemaden, en una entrevista con O Globo.
Cunha describió la situación como una «sequía multifactorial», señalando que la transición de un Pacífico cálido (El Niño) a un Atlántico norte más cálido ha empeorado progresivamente la sequía en diferentes regiones, hasta alcanzar una crisis a nivel nacional.Los meteorólogos advierten que el panorama es sombrío. Las lluvias, que tradicionalmente llegan en octubre, se prevé que este año sean más tardías y menos intensas de lo necesario para aliviar la sequía.
La gente ignora esto… hay que cuidar el medio ambiente
Lo triste es que a la gente le da lo mismo
Las autoridades en Brasil deberían hacer algo al respecto
La gente solo mira de lejos la situación pero luego lo lamentaremos
No podría estar más de acuerdo contigo
Esa sequía en Brasil está grave, nunca antes se había visto algo así en todo el país.
Con más de un tercio del territorio afectado, Brasil tiene un problema serio con el agua.
Imagínate, más de 300 mil personas en Amazonas pasando la mil y una por la falta de agua.
El Río Negro bajando 25 centímetros al día es una señal alarmante de lo que está pasando en Manaos.
Con esos incendios descontrolados en la Amazonía, la cosa se complica aún más para Brasil.
Oh Dios mío no es fácil
Sequía e incendios forestales, de terror