El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, reconoció este miércoles que los intentos de Washington por influir en la política interna de Irán y fomentar un cambio de régimen han fracasado. Durante un evento en el Consejo de Relaciones Exteriores, Blinken señaló las limitaciones de estas estrategias y destacó la complejidad de dirigir transformaciones políticas desde el extranjero.
Blinken, al responder una pregunta sobre la viabilidad de una política de cambio de régimen en Irán, comentó:
“Si nos fijamos en los últimos 20 años, nuestros experimentos de cambio de régimen no han sido precisamente exitosos. Por lo tanto, creo que debemos actuar con humildad al abordar este tipo de problemas.”
El jefe de la diplomacia estadounidense subrayó que, aunque se ha intentado apoyar a la población iraní para buscar un “futuro diferente”, el impacto de estas acciones desde el exterior ha sido limitado.
Blinken destacó las dificultades de capacitar y apoyar a las fuerzas internas en Irán desde fuera del país, afirmando que el gobierno de Estados Unidos sería “muy cauteloso” al intentar organizar cualquier movimiento político en el país persa.
Las declaraciones de Blinken ocurren en un contexto de tensiones entre Washington y Teherán, marcadas por desacuerdos sobre el programa nuclear iraní y la influencia regional de Irán en Medio Oriente. Si bien la administración Biden ha buscado vías diplomáticas para frenar las actividades nucleares de Irán, los resultados han sido limitados.
Este reconocimiento representa un cambio en el enfoque público de Washington hacia Irán, mostrando una postura más reflexiva frente a las consecuencias de las intervenciones externas en la política de otras naciones.