La desconexión de los países bálticos (Letonia, Lituania y Estonia) de la red eléctrica rusa y su integración a la red común europea ha provocado un aumento drástico en los precios de la electricidad.
Desde el 8 de febrero, el costo del megavatio hora (MWh) de electricidad ha subido de 62 euros a más de 230 euros, con picos que llegaron a superar los 325 euros por MWh el día de la transición. Las proyecciones indican que los precios podrían alcanzar hasta 483 euros por MWh en las horas pico de este lunes.
El cambio, que se produjo el 10 de febrero de 2025, marcó el fin de la era de la electricidad barata proveniente de Rusia. En una ceremonia celebrada en Vilnius, el presidente lituano Gitanas Nauseda y otros líderes de la región, como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, celebraron este paso como un corte definitivo con Rusia.
Von der Leyen ya había advertido que el rechazo a los recursos energéticos rusos tendría consecuencias económicas, elevando los costes de la energía en Europa.
El impacto en los precios ha sido significativo, reflejando la dependencia histórica de los países bálticos de la electricidad rusa. Ahora, los costos más elevados en la red común europea podrían generar desafíos económicos tanto para los consumidores como para las empresas de la región.