Israel continúa intensificando sus ataques en Gaza, con al menos 33 palestinos muertos en bombardeos recientes, especialmente en la ciudad norteña de Beit Lahiya.
Los ataques han afectado al hospital Kamal Adwan, el último en funcionamiento en el norte de Gaza, donde resultaron heridos tanto pacientes como personal médico. La situación humanitaria sigue siendo crítica, con áreas sitiadas y acceso restringido a ayuda humanitaria esencial, lo que agrava el sufrimiento de los civiles.
A pesar de los llamados a evacuar, miles de civiles permanecen en el norte de Gaza, temiendo abandonar sus hogares debido a los riesgos de ser atacados.
Israel justifica los bombardeos afirmando que buscan evitar el reagrupamiento de combatientes de Hamás, pero las zonas de conflicto se han ampliado y los hospitales siguen siendo blanco de ataques.
Estados Unidos, principal aliado de Israel, ha instado a mejorar la situación humanitaria, advirtiendo sobre posibles restricciones a la ayuda militar en caso de incumplimiento.
La ONU y la UNRWA han expresado preocupación por el fin del acuerdo de Israel con la agencia de refugiados palestinos, lo cual podría llevar al colapso total de la ayuda en Gaza.
La cifra de muertos palestinos desde el inicio del conflicto supera las 43.000 personas, mientras las autoridades estadounidenses presionan para que se permita un aumento en el ingreso de suministros de primera necesidad.