El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski y otros miembros de la comunidad internacional, como el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, y el secretario de la ONU, António Guterres, reprocharon la sangrienta guerra que causa graves violaciones a los Derechos Humanos.
Moscú, por su lado, no solo justificó sus hostilidades, sino que también responsabilizó a Occidente de la guerra ordenada por Vladimir Putin.
“574 días de guerra en Ucrania son 574 razones para votar a favor de cambios en los estamentos del Consejo de Seguridad de la ONU y de la Asamblea General”, sostuvo Zelenski.
El mandatario se refirió así por la necesidad de interponerse al poder del veto que ejerce Rusia y con el cual obstaculiza resoluciones y medidas frente a la invasión de su vecino país que inició el 24 de febrero de 2022.
“Rusia jamás va a suspender de forma voluntaria este privilegio robado, la Asamblea debería tener un poder real para superar el veto, este es el primer paso, es imposible acabar la guerra porque todos los esfuerzos son vetados por el agresor o aquellos que apoyan la agresión (…) El veto es mal utilizado por un miembro y es Rusia”, dijo Zelenski, mientras exponía las razones para impulsar reformas al interior del Consejo de Seguridad de la ONU y ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
Entre los cambios, Zelenski también propuso sanciones preventivas, para cuando un Estado miembro reporte una amenaza de agresión.
El líder del país atacado resaltó que, si bien el derramamiento de sangre en su país es enorme y millones de personas han sido desplazadas como consecuencia de las acciones de Moscú, su experiencia sirve para prevenir posibles ataques similares en el futuro en otras naciones y tener un procedimiento de respuesta.
En su intervención, el mandatario ucraniano también expuso algunos puntos de su plan de paz de diez puntos, del que destacó “el retiro completo de todas las tropas rusas, incluida la flota rusa del mar Negro y el retiro de todos los grupos mercenarios rusos del territorio soberano de Ucrania y sus fronteras reconocidas de 1991”