El 26 de octubre, Israel habría lanzado un ataque sobre una fábrica clave de misiles en Irán, específicamente en el Centro Espacial de Shahroud, perteneciente a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica.
Imágenes satelitales recientes y análisis de expertos, como el investigador Fabian Hinz, indican que el ataque dañó las instalaciones donde se producían motores de cohetes de combustible sólido.
Estos motores son compatibles con tecnología espacial y misiles balísticos, lo cual aumenta la relevancia de este sitio en el conflicto, ya que tales misiles podrían tener capacidad para alcanzar territorio israelí.
En respuesta, Irán reconoció los impactos en algunas de sus instalaciones, aunque afirmó que los daños fueron menores y que el ataque solo afectó algunos sistemas de radar.
Además, el ejército iraní confirmó la muerte de cuatro de sus soldados. Esta acción forma parte de la tensión constante entre ambos países, en la que Israel busca neutralizar las amenazas potenciales de misiles iraníes en la región.
El ataque revela las persistentes hostilidades y el esfuerzo de Israel por contrarrestar lo que considera riesgos estratégicos. Aunque los daños en las instalaciones han sido destacados por los analistas, Irán asegura que las consecuencias fueron limitadas.
Israel le dio en la llaga a Irán con ese ataque, ya se sabe que ellos no se andan con vainas.
Eso de atacar la fábrica de misiles es un juego peligroso, Israel sabe que puede salirle el tiro por la culata.
Irán dice que solo fueron daños menores, pero seguro están temblando por dentro, ya eso es un aviso.
Esto se está poniendo candente, el pleito entre Israel e Irán no para, y las cosas pueden escalar rápido.
Israel está como un gato con tres patas, buscando cómo neutralizar cualquier amenaza que venga de Irán.
Esa fábrica de misiles no es un chiste, y aunque Irán minimice, ellos saben que la cosa se complicó.
Aquí hay que estar pilas, que ese conflicto puede afectar a muchos en la región, el tema no es solo de ellos.
El ataque demuestra que Israel no tiene miedo, se están preparando para cualquier eventualidad, hay que estar atentos.
Esto parece un juego de ajedrez, pero los peones son países y las consecuencias son reales, hay que estar vigilantes.
Si Irán no toma esto en serio, puede que el siguiente paso de Israel sea más fuerte, eso no se puede subestimar.