Este miércoles, la Oficina de Investigación de Corrupción para Altos Funcionarios (CIO, por sus siglas en inglés) de Corea del Sur confirmó que ejecutará la orden de arresto contra el expresidente Yoon Suk Yeol antes del 6 de enero. La medida ha generado tensiones y manifestaciones de sus seguidores en las inmediaciones de su residencia en Seúl.
El arresto está relacionado con la polémica declaración de ley marcial durante su mandato, un hecho que marcó su destitución del cargo. Oh Dong-woon, jefe de la CIO, aseguró que la detención se llevará a cabo dentro del plazo estipulado y en coordinación con las fuerzas policiales para evitar disturbios.
“Cualquier acción que obstaculice el procedimiento, como el bloqueo de accesos o la instalación de barricadas, será considerada obstrucción de deberes oficiales y podría conllevar consecuencias legales”, advirtió Oh.
Desde el anuncio, simpatizantes del expresidente han instalado barricadas y cerrado accesos en un intento de impedir el operativo, aumentando el riesgo de enfrentamientos entre manifestantes y las autoridades.La situación ha generado preocupación tanto por la seguridad en las inmediaciones de la residencia como por el impacto político que podría tener la detención de Yoon Suk Yeol en un país ya dividido por su controvertido mandato.