El presidente electo de Argentina, Javier Milei, incluyó entre sus propuestas de campaña la privatización de empresas públicas, entre ellas, Aerolíneas Argentinas, lo que ha generado alta tensión en las últimas horas.
“Si se quiere cargar a Aerolíneas, nos van a tener que matar. Y cuando digo matar, literalmente. Va a tener que cargar muertos, que me anote primero”, dijo aye el secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró.
Días atrás, el diputado electo por la formación de Milei, La Libertad Avanza, Alberto Benegas Lynch, hijo del gran referente ideológico del próximo presidente argentino, declaró en televisión que la idea sobre la compañía es “dársela a los empleados”, pero “básicamente privatizarla”.
Sobre ese punto, Biró manifestó que las empresas públicas son “de todos los argentinos” y que el Congreso debe definir si se traspasa a una cooperativa, como se estaría proponiendo.
Los sindicalistas de la aviación, que ya han demostrado su fuerza en varias ocasiones, defendieron la gestión de la compañía y, como explicó Biró, “Aerolíneas es sustentable y eficiente en números” y agregó que “está sana”.
El titular de APLA señaló que “todo el mundo sabe que tenemos la capacidad de hacer los sindicatos aeronáuticos”; no obstante, indicó que “si hay mesa de diálogo y quieren discutir”, los trabajadores defenderán a una empresa pública que “puede generar riqueza”.
Según cifras facilitadas en setiembre pasado por la compañía, Aerolíneas Argentinas transportó en 2023 a nueve millones de pasajeros y sus proyecciones apuntaban a cerrar el año superando el récord de casi 13 millones de viajeros de 2019.
Creo que la privatización de Aerolíneas Argentinas podría tener impactos negativos en el acceso a servicios aéreos para todos. La calidad y la accesibilidad pueden disminuir si se toma esta medida.
Buscar soluciones dialogadas sería lo más justo para todos ellos, manteniendo la calidad del servicio y la estabilidad laboral.
La privatización podría mejorar la eficiencia y la gestión de Aerolíneas Argentinas. Sin embargo, es crucial asegurarse de que esto no afecte el acceso y la calidad de los servicios aéreos para la población.
La calidad del servicio de Aerolíneas es fundamental para los pasajeros. Esperemos que cualquier cambio en su gestión no afecte negativamente la experiencia de vuelo y la seguridad.
La discusión sobre la privatización debe considerar el impacto en los derechos laborales y en la población en general. El debate en el Congreso debe ser amplio y reflexivo.
Es vital proteger los empleos y la calidad de la compañía. Creo que una solución intermedia que considere a los trabajadores podría ser beneficiosa para todos los involucrados.
Entiendo la perspectiva de la eficiencia empresarial, pero es esencial encontrar un equilibrio que no comprometa el acceso a servicios aéreos para todos los argentinos.
El debate sobre la privatización debe garantizar que se priorice el interés público y no solo el beneficio económico. La transparencia en este proceso es clave.
La eficiencia y sostenibilidad financiera de Aerolíneas Argentinas son importantes, pero la privatización no debe comprometer la conectividad y accesibilidad para todos los ciudadanos.
Esperemos que cualquier cambio en la gestión de Aerolíneas garantice tarifas accesibles y continúe promoviendo el turismo interno, crucial para el desarrollo de Argentina.
¡Privaticemos todo! Mejoraría la eficiencia y la calidad de los servicios. #LibertadEconómica
¡Privaticemos todo! Milei tiene razón, Aerolíneas necesita competencia para mejorar. ¡Vamos por más!
¿Y si privatizar Aerolíneas es la solución para mejorar su eficiencia? ¡Debate interesante!
¡Privatizar no es la única solución! Hay otros enfoques para mejorar la eficiencia de Aerolíneas sin perder el control estatal. Un debate interesante, pero no olvidemos el impacto en el acceso y calidad del servicio para todos los ciudadanos. ¡Vamos más allá!
¡Qué locura! ¿Privatizar Aerolíneas Argentinas? ¿Qué opinan ustedes, amigos? ¡A debatir se ha dicho!
¡Totalmente de acuerdo! La privatización de Aerolíneas Argentinas sería un desastre total. Es hora de priorizar el bienestar de la gente sobre las ganancias. ¡No dejemos que intereses privados se interpongan en un servicio público esencial! ¡A defender lo nuestro!
¡Privaticemos todo! ¡Más competencia, mejor servicio! ¡Vamos por una Argentina más eficiente!
¡Privatizar no es la solución! La competencia no siempre garantiza mejor servicio para todos. Necesitamos un equilibrio entre eficiencia y acceso equitativo a servicios básicos. ¡No olvidemos que el objetivo es el bienestar de todos los argentinos, no solo el beneficio de unos pocos!