Las súbitas inundaciones en Sikkim, en el norte de la India, desatadas por el desbordamiento de un lago glacial y las fuertes lluvias, han arrastrado explosivos y munición militar por lo que las autoridades locales han hecho un llamamiento para extremar las precauciones.
“Estas municiones no deberían ser manipuladas o recogidas, ya que pueden explotar y causar graves heridas. Si uno de estos objetos es avistado, hay que alertar al recaudador de impuestos del distrito o al centro de operaciones de emergencia”, indicó el secretario de la Autoridad para la Gestión de Desastres de Sikkim, Anil Raj Rai, en una orden.
Una persona murió y otras cinco resultaron heridas, todas pertenecientes a la misma familia, por la explosión de una granada de mortero en el distrito de Jalpaiguri, en el vecino estado de Bengala Occidental, explicó el superintendente adjunto de Policía Wangden Bhutia.
En total, cerca de una veintena de residentes del estado norteño han fallecido por la crecida de las aguas del río Teesta, y más de un centenar siguen desaparecidos mientras los equipos de rescate trabajan a contrarreloj por segundo día consecutivo.
Las autoridades de Sikkim, con gran presencia militar y estratégicamente importante para la India al compartir frontera con China, han dado la voz de alarma por los explosivos y munición militar arrastrados por la corriente.