Un fuerte terremoto de magnitud 7.6 sacudió el Caribe este sábado, con su epicentro ubicado a 209 kilómetros al suroeste de George Town, en las Islas Caimán, generando preocupación en una extensa zona del Atlántico.
Tras el sismo, organismos internacionales y locales activaron alertas de tsunami para diversas naciones de la región, incluyendo Jamaica, Cuba, México, Honduras, Haití, Panamá, Nicaragua y Guatemala.
Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), las olas de tsunami podrían afectar áreas costeras hasta a 1,000 kilómetros del epicentro, lo que ha encendido las alarmas en múltiples países.
En Puerto Rico y las Islas Vírgenes, el Servicio Nacional de Meteorología advirtió sobre el peligro inminente, citando riesgos derivados de fluctuaciones en el nivel del mar y fuertes corrientes oceánicas.
Las autoridades han señalado que estas condiciones podrían impactar playas, puertos y otras áreas costeras, con el primer arribo de olas potencialmente peligroso previsto para las 9:48 p.m. del mismo día.
Expertos en sismología y oceanografía continúan monitoreando la evolución del fenómeno, mientras que las autoridades de los países afectados se preparan para implementar medidas de emergencia y evacuar zonas de alto riesgo en caso de que se materialice la amenaza. La comunidad internacional observa de cerca el desarrollo de este evento, cuyo alcance podría tener implicaciones significativas en la seguridad de las costas caribeñas.