El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, anunció la disolución del Parlamento y confirmó elecciones anticipadas para el 23 de febrero, tras la pérdida del voto de confianza del canciller Olaf Scholz.
En su discurso, Steinmeier enfatizó la necesidad de un gobierno estable para afrontar los desafíos actuales, incluyendo debates sobre inmigración, economía y conflictos internacionales. Scholz permanecerá como canciller interino hasta la formación del nuevo gobierno.
El ataque mortal en un mercado navideño ha intensificado las tensiones políticas y sociales en Alemania, reavivando el debate sobre seguridad e inmigración.
El sospechoso, un residente de origen saudí y simpatizante del partido de extrema derecha AfD, ha generado polémica sobre los vínculos entre extremismo y discursos políticos. Esto ocurre mientras el país se enfrenta a una creciente influencia de AfD en las encuestas.
Las proyecciones indican que el conservador Friedrich Merz podría reemplazar a Scholz, con los conservadores manteniendo una ventaja de más de 10 puntos sobre los socialdemócratas.
Sin embargo, la presencia del partido AfD, ahora por delante del SPD, complica las posibilidades de formar coaliciones estables, ya que los partidos tradicionales rechazan aliarse con la extrema derecha.