Por Lic. Nelson Guillen
Encarcelar a dos ciudadanos para impedirles que se defiendan adecuadamente de la acusación que le formulan sus carceleros es un crimen que agrede el principio de la igualdad procesal. Es arremeter con fuerza demoníaca contra dos hombre atados de pies y manos.
Alegar que José Ramón Peralta y Donald Guerrero, ex ministros del pasado gobierno, guardan prisión para garantizar su presencia en todas las fase del proceso que se le sigue, es hacer un uso abusivo del poder.
Que lo sepa el Ministerio Público: Donald y José Ramón no dejarán de asistir a una sola audiencia, ni expatriados ni presos ni libres, ni enfermos ni sanos.
Los tribunales son el terreno que han escogido para demostrar su inocencia.
Este caso parece ser una clara violación de los derechos fundamentales y del debido proceso.
Privar a dos ciudadanos de su derecho a defenderse adecuadamente y de un juicio justo va en contra de los principios de igualdad procesal y justicia.
Es esencial garantizar que todos los individuos tengan acceso a una defensa adecuada y a un proceso judicial imparcial para preservar la integridad de nuestro sistema de justicia.
Encarcelar a personas sin permitirles una defensa adecuada es un acto inaceptable que debe ser condenado enérgicamente.
Negarles la oportunidad de defenderse adecuadamente solo socava la confianza en el sistema y pone en riesgo la justicia misma.
Es preocupante ver cómo el poder puede ser utilizado para coartar los derechos básicos de las personas.
Estoy de acuerdo con tu comentario. Es realmente preocupante ver cómo el poder puede ser mal utilizado para coartar los derechos básicos de las personas.
Es imperativo que se tomen medidas para prevenir y corregir este tipo de abusos de poder.
La lucha por la justicia y la igualdad no debe cesar hasta que todos los ciudadanos puedan confiar en que recibirán un juicio justo y equitativo.
Privar a dos personas de este derecho es una afrenta a la justicia y a los valores fundamentales de una sociedad democrática.
Es hora de cambiar esta realidad
En qué mundo vivimos que una jueza debe temer por su vida al hacer su trabajo?
Qué coraje de la jueza Mykarla Rodríguez Abreu! Espero que estas medidas de seguridad realmente la protejan.
Es una pena que haya gente dispuesta a llegar tan lejos para silenciar a quienes luchan por la justicia
A pesar de las amenazas, sigue adelante en su labor de impartir justicia
La valentía de Mykarla Rodríguez Abreu es admirable
Necesitamos más personas valientes como ella en la fuerza policial.
Apoyo total a la Coronel Ana Jiménez Cruceta por liderar la seguridad de la jueza.
Vergonzoso y triste
¿Qué sociedad es esta?
¡Encarcelar a dos ciudadanos para jugar al escondite con la justicia, qué travesura!