Nuevos incendios, cada vez más intensos, obligan a evacuar a miles de personas en todo Canadá, mientras el país lucha contra unas llamas fuera de control que, según advirtió el sábado un ministro provincial, podrían durar «todo el verano».
Casi 28.700 kilómetros cuadrados han ardido desde principios de año, muy por encima de las medias anteriores, ya que el país se calienta más rápido que el resto del mundo debido al cambio climático.
El oeste de Canadá se ha visto especialmente afectado. Tras varios días de tregua, los incendios se intensificaron en Alberta, donde el viernes por la noche la ciudad de Edson fue evacuada por segunda vez desde mayo.
En la Columbia Británica, la ciudad de Tumbler Ridge, de 2.400 habitantes, fue evacuada en su mayor parte al acercarse el fuego a unos kilómetros de la ciudad.
En el este del país, el ministro de Seguridad Pública de Quebec, Francois Bonnardel, dijo el sábado por la mañana que la situación en el centro y noroeste de la provincia seguía siendo difícil, con varias localidades amenazadas.
Los incendios en el noreste de Quebec fueron considerados «estables».
Unas 14.000 personas están bajo órdenes de evacuación en la provincia, y Bonnardel declaró que «no hemos ganado la batalla todavía».
Las autoridades ambientales contabilizan 416 indencios activos en el país, 203 de los cuales están clasificados como fuera de control.