El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, descartó este lunes que su Gobierno contemple implementar políticas de seguridad de ‘mano’ dura como las aplicadas por su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, quien ha sido blanco de críticas por parte de organizaciones de derechos humanos debido el régimen de excepción que impera en la nación centroamericana como estrategia contra las pandillas.
«Hay quienes sostienen que lo más eficaz es la mano dura, las medidas coercitivas: leyes más severas, cárceles, decisiones de mayor energía, por no hablar de autoritarismo, y en los hechos no respetar las libertades y los derechos humanos», expresó López Obrador en su conferencia.
Además, el mandatario mexicano explicó que cada país tiene condiciones distintas y que no se pueden «extrapolar experiencias». «Hay quienes sostienen que es más importante atender las causas que originan la inseguridad y la violencia, en esa corriente de pensamiento nos inscribimos nosotros. Por eso he dicho ‘abrazos, no balazos'», apuntó.