Nairobi.- El mandatario de Kenia, William Ruto, pidió perdón por no haber podido impedir que más de doscientos presuntos miembros de una secta cristiana del sur del país ayunasen hasta morir para encontrarse con Jesucristo.
«Es obvio que hubo laxitud en nuestro Gobierno, lo que desafortunadamente condujo a la muerte de muchos kenianos. No debo tomarme esto a la ligera», expresó Ruto en una entrevista transmitida en varios canales de televisión de Kenia a última hora del pasado domingo.
Además, el presidente keniano indicó que el país está realizando una investigación «exhaustiva» de los hechos para llegar «al fondo del asunto».
Asimismo, prometió vigilar a las instituciones religiosas de Kenia para evitar que se repitan actuaciones parecidas, si bien señaló que es «injusto» condenar y criticar a todas las religiones basándose en las acciones de unos pocos individuos.
Lo menos que puede hacer ante esta terrible situación.