Los Warriors sudaron la gota gorda para derrotar a los Pacers. En un partido con poco brillo por momentos, los chicos de Steve Kerr supieron agarrarse al marcador para dar el golpe definitivo cuando realmente importaba (último cuarto) y cantar victoria merced a una canasta de Kevon Looney, inesperado héroe en un encuentros que les permite colocarse con un balance de 22-5.
Fue un choque igualado. Indiana, con un espectacular Domantas Sabonis de 30 puntos y 11 rebotes, demostró ser más de lo que indica su clasificación para dominar el electrónico casi en todo momento; eso sí, sus rentas nunca llegaron a los 10 puntos. Con ese escenario se alcanzó el último periodo. Los Pacers empezaban los 12 minutos finales cuatro puntos arriba que poco después eran siete. Parecían tener cerca el triunfo, sobre todo cuando Sabonis les puso con cinco tantos de ventaja a minuto y medio del final (100-95). Ahí se les apagaron las luces.
Mientras en Indiana despareció el acierto, en Golden State surgió algo de luz. Stephen Curry, quien acabaría con 26 puntos, lograba cinco puntos consecutivos para igualar el marcador. Con empate, el base lanzó un triple para cerrar la noche. Erró, pero el rebote terminó siendo para un Kevon Looney que lograba la canasta de la victoria a 13 segundos del final. Quedaba tiempo, cierto, pero Caris LeVert perdió el balón en la siguiente posesión.
«La jugada final se organizó perfectamente, el triple simplemente no entró y Looney hizo lo que sabe hacer, que es ir a buscar el rebote ofensivo para darnos la ventaja y, finalmente, la victoria», comenta Draymond Green, quien anotó 15 puntos y capturó 9 rebotes.