Un bombardeo del Ejército y la Fuerza Aérea de Colombia en el municipio de Segovia, Antioquia, dejó nueve integrantes del Clan del Golfo muertos, incluyendo a un cabecilla apodado «Hitler».
En la operación también fue capturado un miembro del grupo y se incautaron 13 fusiles. El presidente Gustavo Petro confirmó la acción militar, que representa un nuevo golpe contra la organización narcotraficante más grande del país.
El Clan del Golfo, además del narcotráfico, obtiene ingresos de la minería ilegal, la extorsión y el tráfico de migrantes. Petro intentó negociar su desmovilización tras asumir la presidencia en 2022, pero el proceso fracasó.
A principios de 2023 decretó un cese al fuego unilateral, que luego suspendió tras ataques del grupo contra las fuerzas de seguridad. Según el Ministerio de Defensa, esta organización es la que más ha crecido en número de miembros durante la actual administración.
Colombia enfrenta su peor crisis de seguridad en una década, pese a los intentos del gobierno de dialogar con el Clan del Golfo. En 2021, su máximo líder, «Otoniel», fue capturado y extraditado a EE.UU. A pesar de los esfuerzos antidrogas, el país marcó en 2023 un récord en producción de cocaína con 2,600 toneladas anuales y 253,000 hectáreas de cultivos de coca, según la ONU.