Un dron de vigilancia estadounidense, el Northrop Grumman MQ-4C Triton, fue detectado en las aguas del golfo Pérsico frente a Asaluyeh, Irán, horas después de que el presidente Donald Trump emitiera una dura advertencia a Teherán.
Trump afirmó que Irán es responsable de los ataques de los hutíes y advirtió que cualquier nueva agresión será respondida con gran fuerza, responsabilizando a Irán por cada disparo de los rebeldes.
El mandatario estadounidense acusó a Irán de suministrar armas, dinero y equipo militar sofisticado a los hutíes, calificando sus acciones de obra directa del liderazgo iraní, mientras que Teherán negó dichas acusaciones, señalando que solo proporciona apoyo diplomático y ayuda humanitaria.
Esta declaración se enmarca en un contexto de tensiones crecientes entre EE.UU. e Irán, en medio de una serie de amenazas y contramedidas en la región.
Paralelamente, Trump ordenó a sus fuerzas armadas llevar a cabo una operación militar decisiva contra los hutíes en Yemen, en respuesta a sus repetidos ataques contra intereses estadounidenses y de otros países, que han provocado decenas de víctimas y daños significativos.
Los combates han dejado 53 muertos y 98 heridos, intensificando aún más las tensiones en una región ya inestable.