China impuso nuevos aranceles a productos agropecuarios de EE.UU. en respuesta a la decisión de Donald Trump de aumentar del 10 al 20 % las tarifas sobre bienes chinos. Los nuevos impuestos incluyen un 15 % sobre el pollo, trigo, maíz y algodón, y un 10 % sobre soja, carne, pescado, frutas y lácteos.
Trump justificó su medida alegando que China no ha frenado el flujo de fentanilo hacia EE.UU. En respuesta, Pekín defendió su comercio con EE.UU. y advirtió que una guerra comercial no beneficiaría a ninguna de las partes.
Bloomberg calificó la medida china como un «arma de gran impacto y bajo costo», destacando que la influencia estadounidense en el comercio global se ha debilitado. China también busca reducir su dependencia de EE.UU. en productos clave como la soja, trasladando sus compras a países como Brasil.
China está jugando su carta con estos aranceles y parece que le está saliendo bien
Estados Unidos sigue forzando con los impuestos, pero al final el golpe le cae a los mismos consumidores
China está demostrando que ya no depende tanto de EE.UU. y tiene opciones con Brasil y otros mercados
Bloomberg tiene razón, la influencia de EE.UU. en el comercio global ya no es lo que era antes
Si Trump pensaba que China iba a quedarse tranquila con el aumento de aranceles, se equivocó
Los agricultores estadounidenses van a sentir el golpe si China sigue comprando en otros países