El Senado de Nigeria suspendió por seis meses a la senadora Natasha Akpoti-Uduaghan tras acusar al presidente de la cámara, Godswill Akpabio, de acoso sexual. La medida también implica la retirada de sus asignaciones y seguridad. Akpabio negó las acusaciones, y el comité de ética del Senado rechazó la petición de la legisladora, argumentando que violaba normas de procedimiento.
Akpoti-Uduaghan, una de las pocas mujeres en la cámara, denunció en televisión que Akpabio le hizo insinuaciones en 2023. Tras su suspensión, fue escoltada fuera del Senado y afirmó que la decisión atenta contra la justicia y busca silenciarla. La senadora presentó una demanda contra Akpabio por 100 mil millones de nairas (64.000 dólares) en daños.
El caso ha generado protestas y reacciones en redes sociales, donde muchas mujeres han condenado la suspensión como una forma de opresión. Grupos en Abuja se manifestaron a favor y en contra de Akpoti-Uduaghan, mientras activistas cuestionan la imparcialidad del comité de ética. La situación aviva el debate sobre la violencia de género en la política nigeriana.