Cada 7 de marzo se celebra el Día Mundial de los Cereales, una fecha que resalta la importancia de estos granos en la alimentación humana y animal, así como en la industria. Los cereales, provenientes de la familia de las poáceas, han sido un pilar en la dieta humana desde hace 10,000 años y han evolucionado con la Revolución Verde del siglo XX, logrando variedades de alto rendimiento como el trigo y el maíz.
Algunos de los cereales más consumidos son el trigo, arroz, maíz, cebada, avena y centeno, mientras que productos como la quinoa y el amaranto se consideran pseudocereales.
Su consumo en su versión integral aporta vitaminas, minerales e hidratos de carbono, ayudando a prevenir enfermedades como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y cáncer colorrectal. Sin embargo, su consumo en exceso o refinado puede contribuir a problemas como la obesidad, hipertensión y diabetes.
Además, ciertos cereales contienen gluten, lo que puede causar enfermedades como la celiaquía, alergia al trigo y dermatitis herpetiforme. Más allá de la alimentación, los cereales también se usan en la producción de bebidas alcohólicas, productos farmacéuticos y cosméticos. En este día, se busca concienciar sobre su impacto en la salud y su papel clave en la seguridad alimentaria mundial.
Ese día debería ser feriado pa’ comer yaniqueque y arepitas sin culpa
Aquí el arroz es casi religión, sin él no hay comida
La avena salva desayuno y merienda, una dura
Comer cereales integrales es bueno, pero el pancito blanco no falla
Ojo con el gluten, que no todo el mundo lo tolera