China estableció un objetivo de crecimiento económico del 5% para 2025 y anunció un paquete de estímulo de 1,3 billones de yuanes (179.000 millones de dólares) para impulsar su economía, afectada por la crisis inmobiliaria, el bajo consumo y el desempleo.
El gobierno también permitirá que las autoridades locales aumenten su deuda hasta 4,4 billones de yuanes y buscará crear 12 millones de empleos urbanos, manteniendo la tasa de desempleo en 5,5%. Sin embargo, enfrenta un nuevo desafío: los aranceles del 20% impuestos por el presidente de EE.UU., Donald Trump, que afectan sus exportaciones.
En respuesta a estos aranceles, Pekín impuso tarifas del 10% al 15% a ciertos productos agrícolas estadounidenses como maíz, trigo y soja, golpeando un sector clave para EE.UU.
Pese a esto, el gobierno chino apuesta por fortalecer la demanda interna y la inversión en tecnología, energías renovables e inteligencia artificial para sostener su crecimiento. Sin embargo, analistas advierten que la caída de las exportaciones a EE.UU. podría reducir en un tercio el comercio chino con su mayor socio, lo que dificultaría alcanzar la meta de crecimiento.
El presidente Xi Jinping enfrenta el reto de mantener la estabilidad económica en medio de una guerra comercial con EE.UU. y un débil consumo interno.
Aunque el gobierno asegura que el país sigue teniendo un gran potencial, la incertidumbre generada por los aranceles y la falta de confianza en el mercado podrían afectar la inversión extranjera. A pesar del optimismo oficial, la economía china dependerá de su capacidad para impulsar el gasto de sus ciudadanos y reducir la vulnerabilidad ante las presiones externas.
China quiere crecer un 5%, pero con Trump metiendo mano, eso va a ser como subir un yipeta sin aceite.
Entre deuda y paquetazo, esos tigres van a tener que vender hasta los palitos chinos.
Con esos aranceles, el arroz frito va a salir más caro que una cena en Piantini.
Xi Jinping dice que hay potencial, pero el bajo consumo le tiene el Wi-Fi cayéndose.
Están invirtiendo en inteligencia artificial, porque la real se quedó en cuarentena.
La guerra comercial está tan fuerte que ni el kung fu los salva.