Los líderes árabes se reunirán el viernes en Riad, Arabia Saudita, para discutir cómo contrarrestar el controvertido plan del presidente estadounidense Donald Trump, que propone tomar el control de la Franja de Gaza y reubicar a sus habitantes en Egipto y Jordania.
La cumbre, convocada por el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman, reunirá a representantes de países árabes del Golfo, Egipto y Jordania. Aunque el plan de Trump ha generado una fuerte oposición en el mundo árabe, persisten desacuerdos sobre la gobernanza de Gaza y la financiación de su reconstrucción.
El plan de Trump, que provocó indignación mundial, será uno de los temas clave de discusión en la reunión. También se analizará una posible propuesta egipcia para la reconstrucción de Gaza, que se desarrollaría en tres fases, incluyendo una recuperación temprana, una conferencia internacional para financiar la reconstrucción y una fase final que abordaría la planificación urbana y la prestación de servicios básicos. La ONU ha estimado que reconstruir Gaza costaría más de 53.000 millones de dólares.
Además, la reconstrucción de Gaza será crucial para cualquier plan de solución, y Egipto sigue sin anunciar detalles oficiales de su iniciativa. Las conversaciones se centrarán en la reubicación de los habitantes de Gaza y cómo evitar una reactivación de la violencia, con un enfoque en lograr una tregua sostenible.
Se espera que las decisiones sobre la cuestión palestina sean ratificadas en la cumbre árabe de emergencia programada para el 4 de marzo en Egipto.
Ese plan de Trump suena más a desalojo que a solución.
Los árabes están divididos, pero nadie quiere cargar con la crisis de Gaza.
¿Y Egipto de verdad aceptará la reubicación o solo está mareando?
53 mil millones de dólares en reconstrucción, ¿quién va a soltar esos cuartos?
Bin Salman tiene que caminar fino, que EE.UU. es su aliado, pero esto le puede explotar en la cara.
Gaza no es solo reconstrucción, el problema es quién va a gobernar ahí después.
A los palestinos no les gusta el plan de Trump, pero tampoco confían en los líderes árabes.