Las fuertes lluvias e inundaciones en el sureste de Estados Unidos han dejado al menos cuatro muertos y han provocado la evacuación de cientos de personas en Kentucky y Tennessee.
Una madre y su hijo de 7 años fallecieron cuando su vehículo fue arrastrado por las aguas en el condado de Hart, mientras que en el sureste de Kentucky, un hombre de 73 años fue encontrado sin vida tras ser alcanzado por la crecida de un río. En Atlanta, una persona murió luego de que un árbol gigante cayera sobre su vivienda debido a los vientos fuertes generados por las tormentas.
Las autoridades han emitido advertencias de inundaciones para varios estados, incluidos Kentucky, Tennessee, Arkansas y Virginia, donde el agua ha sumergido carreteras, vehículos y edificios.
En respuesta, el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, declaró el estado de emergencia y aseguró que el gobierno federal ha aprobado ayuda para la región. Se prevé que los ríos continúen creciendo, lo que podría prolongar los efectos de las inundaciones en las comunidades afectadas.
Mientras tanto, en el noreste de EE.UU., las tormentas han dado paso a intensas nevadas y temperaturas árticas. Estados como Nueva York y Nueva Inglaterra enfrentan condiciones de nieve y aguanieve, con ráfagas de viento de hasta 97 km/h, lo que ha complicado aún más la movilidad.
Las autoridades han instado a la población a evitar desplazamientos innecesarios y tomar precauciones ante las condiciones extremas que continúan afectando a gran parte del país.
Cuando no es fuego en California, es agua en Kentucky… ¡EE.UU. no tiene descanso!
Entre inundaciones y nieve, ya ni el GPS sabe pa’ dónde coger.
Si sigue lloviendo así, los peces van a andar por la calle.
En Nueva York están a un paso de cambiar el metro por trineos.
Con esa agua, hasta los caimanes deben estar buscando un paraguas.
Si sigue así, en Tennessee van a tener que sacar chalecos salvavidas.
En Atlanta hasta los árboles están cayendo del susto.