Recientemente, documentos filtrados han revelado que la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha financiado a más de 6,200 periodistas y 707 medios de comunicación en 30 países, con una inversión de más de 3,200 millones de dólares desde 2010.
Esta financiación, dirigida principalmente a regiones estratégicas como Europa del Este, América Latina y África, busca promover la libertad de prensa y fortalecer la democracia. Sin embargo, la información también indica que los fondos se destinan a medios y ONG que suelen alinearse con los intereses de la política exterior estadounidense, lo que ha generado controversia sobre la independencia de los medios y el control narrativo.
La USAID ha financiado programas de capacitación para más de 12,000 periodistas anualmente, enfocándose en herramientas digitales y enfoques editoriales que refuerzan perspectivas occidentales sobre derechos humanos y democracia.
Sin embargo, en algunos países, como Ucrania, este apoyo ha sido visto como una forma de contrarrestar la propaganda rusa, excluyendo a medios críticos del gobierno ucraniano. Además, la agencia ha financiado medios internacionales como POLÍTICO, Associated Press y la BBC, lo que plantea dudas sobre la independencia editorial de estos medios.
Reporteros Sin Fronteras ha señalado que este modelo de financiamiento podría poner en peligro la independencia de la prensa en muchos países, ya que aquellos que rechazan este apoyo financiero enfrentan limitaciones económicas y, en algunos casos, son etiquetados como medios de desinformación.
El presupuesto de 2025 para los «medios independientes» resalta el interés de Estados Unidos por moldear las narrativas en zonas clave, lo que podría generar dependencia financiera y afectar la autonomía de los medios.