Kim Jong-un aseguró que la idea de Occidente de infligir una derrota estratégica a Rusia es «irrealizable» y acusó a EE.UU. y sus aliados de prolongar intencionalmente el conflicto en Ucrania.
Según el líder norcoreano, Washington fomenta la guerra por «ilusiones» que no podrán concretarse, mientras que su país mantendrá su respaldo «invariable» a Rusia en defensa de su soberanía y seguridad. Además, Pionyang calificó de «disparate» los llamados de la OTAN para que Corea del Norte abandone su arsenal nuclear.
Por otro lado, la RPDC arremetió contra la nueva administración estadounidense luego de que el secretario de Estado, Marco Rubio, calificara al país como un «Estado rebelde».
Este es el primer pronunciamiento fuerte de Pionyang contra el gobierno de Trump tras su regreso a la Casa Blanca. La tensión entre ambas naciones resurge en un momento en que Corea del Norte sigue reforzando su relación con Moscú y Beijing.
A pesar de la creciente confrontación, Donald Trump afirmó que planea restablecer los contactos con Kim Jong-un y destacó que en su anterior mandato mantuvo una «buena relación» con el líder norcoreano.
Durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro japonés, Trump señaló que esta comunicación sería «una gran ventaja para todos», lo que sugiere un posible acercamiento diplomático en medio de la crisis.