Más de 100 mujeres fueron violadas y luego quemadas vivas durante una fuga masiva en la prisión de Munzenze en Goma, República Democrática del Congo. El grupo rebelde M23, respaldado por Ruanda, tomó el control de la ciudad, lo que permitió la liberación de cientos de prisioneros.
Según un informe interno de la ONU al que tuvo acceso la BBC, entre 165 y 167 mujeres fueron agredidas, y la mayoría murió cuando los prisioneros incendiaron la cárcel. Aunque no se ha podido verificar completamente la información, las imágenes de la fuga muestran humo saliendo del edificio mientras los prisioneros huían.
La situación en Goma se agravó rápidamente con la captura de la ciudad por parte del M23, lo que sumió a la región en el caos. El conflicto ha dejado un saldo de al menos 900 muertos y cerca de 3,000 heridos, con el gobierno congoleño reportando más de 2,000 víctimas fatales en enfrentamientos.
Además, los rebeldes han lanzado nuevas ofensivas, capturando ciudades clave como Nyabibwe y poniendo en peligro la seguridad de otras zonas, como Bukavu, que ahora enfrenta la amenaza de un asalto rebelde.
A la tragedia humanitaria se suma la creciente amenaza de cólera, especialmente en Goma, donde el acceso al agua está cortado y los cadáveres permanecen en las calles. La situación sanitaria es crítica, con varios centros de tratamiento de cólera desbordados debido al aumento de casos.
La comunidad internacional, a través de Médicos Sin Fronteras, ha advertido sobre el riesgo de un brote generalizado de enfermedades transmitidas por el agua, lo que agrava aún más la crisis humanitaria en la región.