Cinco días después de la trágica colisión en el aire entre un avión de pasajeros y un helicóptero militar que resultó en la muerte de 67 personas en Washington, las autoridades han logrado recuperar una parte significativa del fuselaje del avión en el río Potomac.
El lunes al mediodía, una grúa marina de gran tamaño, asistida por otra más pequeña, extrajo con éxito la estructura de la aeronave utilizando correas de alta resistencia y la trasladó a una barcaza de carga.
Paralelamente, las operaciones de rescate han permitido la recuperación e identificación de 55 de las 67 víctimas fatales. Las autoridades locales han expresado su confianza en que se podrán recuperar los restos de todas las víctimas. “Continuaremos la búsqueda hasta que tengamos a todos”, aseguraron, añadiendo que esperan encontrar otros cuerpos al recuperar los restos del avión.
Investigadores de la Agencia Federal de Seguridad en el Transporte (NTSB) están llevando a cabo las pesquisas del caso y esperan tener un informe preliminar en 30 días.
La colisión entre un avión Bombardier de pasajeros operado por una subsidiaria de American Airlines y un helicóptero militar Black Hawk en misión de entrenamiento fue el mayor accidente aéreo en Estados Unidos desde 2009.