El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció que su gobierno asumirá con fondos propios el financiamiento de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) tras la reciente decisión de Donald Trump de congelar la ayuda estadounidense a esta entidad.
Según Petro, esta medida forma parte de una política más amplia de Washington de suspender la cooperación internacional, lo que ha puesto en riesgo varios proyectos de justicia transicional en Colombia.
A pesar de ello, el mandatario colombiano reafirmó su compromiso con la paz y la reparación de las víctimas del conflicto armado, asegurando que no permitirá que la justicia para la paz se vea afectada.
La decisión de Trump de frenar los fondos por 90 días ha generado preocupación en Colombia, ya que la JEP ha sido clave en la reconstrucción de la verdad sobre el conflicto armado y la reparación de miles de víctimas.
Petro insistió en que la paz no solo requiere fuerza, como mencionó Trump en sus recientes declaraciones, sino también verdad.
En este sentido, destacó el papel de la JEP en la revelación de crímenes como el asesinato sistemático de jóvenes por parte del Estado colombiano, conocido como el escándalo de los “falsos positivos”.
El congelamiento de los recursos por parte de EE.UU. ha tensado aún más la relación entre Petro y Trump, especialmente en un contexto donde ambos gobiernos ya han chocado en materia migratoria.
Sin embargo, el mandatario colombiano dejó claro que su país seguirá adelante con el proceso de paz sin depender del respaldo financiero de Washington. “No se puede suspender”, sentenció, enfatizando que la justicia transicional es fundamental para evitar que crímenes del pasado queden en la impunidad.