El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, urgió a los países europeos a incrementar su gasto en defensa, superando el 2 % de sus PIB, para evitar quedar vulnerables ante amenazas externas, especialmente de Rusia.
En un discurso ante el Parlamento Europeo, Rutte advirtió que, aunque la región se encuentra segura actualmente, podría enfrentar graves riesgos en cuatro o cinco años si no se toman medidas inmediatas.
Rutte señaló que los países europeos priorizan el gasto en áreas como pensiones y seguridad social, pero enfatizó que redirigir una pequeña parte de esos recursos fortalecería significativamente su capacidad defensiva.
También instó a eliminar barreras para la participación de empresas extranjeras en la industria de defensa europea, con el objetivo de mejorar la innovación y la cooperación transatlántica frente a amenazas de Rusia, China, Corea del Norte e Irán.
Moscú, por su parte, ha negado repetidamente ser una amenaza para Europa. Vladímir Putin calificó como «disparate absoluto» las especulaciones de que Rusia planea atacar al continente, subrayando que estas acusaciones carecen de fundamento.
La declaración de Rutte reaviva el debate sobre la seguridad en Europa y los desafíos de su política de defensa.