El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó el lunes el despliegue de cientos de efectivos federales, junto con apoyo aéreo y terrestre, para combatir los incendios forestales que asolan el sur de California. La decisión responde a la amenaza inminente de nuevos vientos secos, conocidos como vientos de Santa Ana, que podrían avivar las llamas.
“Por orden mía, cientos de efectivos federales y apoyo aéreo y terrestre único han sido enviados a California para apoyar los esfuerzos de extinción de incendios y ayudar a las comunidades necesitadas”, expresó Biden en un comunicado.
El mandatario también ofreció sus condolencias a las familias de las 24 víctimas mortales y aseguró que su administración utilizará “todas las herramientas disponibles” para combatir los incendios.
Desde el 7 de enero, el sur de California ha estado en alerta máxima, con evacuaciones masivas que afectan a decenas de miles de residentes. Las llamas, avivadas por fuertes rachas de más de 100 km/h y una sequía prolongada, han destruido más de 10,000 viviendas, incluyendo propiedades en áreas exclusivas como Palisades y Malibú.
En medio de la devastación, al menos 30 personas han sido detenidas por saqueos en viviendas y propiedades afectadas, según informaron medios locales. Durante una rueda de prensa el domingo, el sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna, solicitó apoyo adicional de la Guardia Nacional para controlar la situación.
Un caso destacado fue el arresto de un hombre en Malibú, quien vestía un uniforme de bombero falso mientras robaba en una residencia. “Lo entregamos a la Policía de Los Ángeles porque iba vestido de bombero y no lo era. Lo pillaron robando en una casa”, detalló Luna.
Biden reiteró su compromiso de apoyar a las comunidades afectadas y trabajar en la contención de los incendios mientras se enfrentan a condiciones meteorológicas desfavorables. Las autoridades locales, junto con fuerzas federales y estatales, continúan sus esfuerzos para controlar los focos activos y proteger a los residentes, en un escenario que combina catástrofes naturales con desafíos de seguridad pública.
Biden no perdió tiempo; esos vientos de Santa Ana están fuertes.
Qué tragedia! 10,000 casas quemadas, eso es devastador.
Esos saqueadores son la tapa del pomo, aprovechándose de la desgracia ajena.
El tipo disfrazado de bombero en Malibú es para no creerlo, ¡qué descaro!
Bien ahí Biden, mandando apoyo federal rápido.
La sequía y los vientos son una combinación explosiva, qué situación más difícil.
Malibú y Palisades sufriendo, eso demuestra que nadie está a salvo.
A los saqueadores deberían darle todo el peso de la ley, ¡eso no se hace!
Biden parece estar tomando las riendas, pero esto necesita soluciones a largo plazo.
El sur de California no sale de una para entrar en otra.