Blue Origin, la empresa aeroespacial de Jeff Bezos, suspendió el primer lanzamiento de su cohete New Glenn debido a problemas técnicos detectados durante la cuenta regresiva. Este cohete, de 98 metros de altura, es una apuesta para competir con SpaceX y otros líderes del sector aeroespacial comercial.
Aunque estaba programado para despegar desde Cabo Cañaveral, el lanzamiento fue pospuesto tras varias interrupciones y la detección de «anomalías» en el subsistema del vehículo.
El New Glenn, diseñado para transportar cargas útiles mayores y competir directamente con los cohetes Falcon 9 y Falcon Heavy de SpaceX, tenía como objetivo marcar el inicio de una nueva etapa para Blue Origin.
El cohete también está destinado a misiones importantes, como el despliegue de sondas hacia Marte y el soporte al proyecto Kuiper, la red satelital de Bezos que rivaliza con Starlink de Elon Musk.
A pesar de ser fundada en 2000, Blue Origin ha avanzado con un enfoque más cauteloso en comparación con SpaceX. Este aplazamiento subraya los retos que enfrenta en su intención de entrar en la carrera comercial del espacio.
Según la empresa, ya trabajan en resolver los problemas técnicos para un nuevo intento de lanzamiento, clave para demostrar su capacidad en órbita.